Piénsatelo dos veces antes de.

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sábado, 8 de enero de 2011

Copia y pega esta entrada a ver si tienes cojones.

¿Qué debemos poner un mínimo de confianza en alguien?, ¿para qué? Ya no te puedes fiar de NADIE.
Estúpida. Que parecías tonta cuando te compramos... ¿Te crees que lo que haces está bien?¿Qué todas las mentiras que dices son creíbles? Pero, ¿no te das cuenta de que lo fastidias todo cuando abres la boca? No te sirve de nada que quieras aparentar lo que no eres, querer ser otra persona. Eres tan ridícula, que realmente, después de lo que has hecho, me das pena. Debería desearte cosas malas (y créeme que las primeras horas lo hice), pero después de pensarlo mejor, no te deseo nada. Buueno, sí; te deseo algo bueno. Que encuentres una vida; vida. Una vida que puedas joder sin hacerle daño a nadie. Así no tendría que comerme el coco para escribir una entrada en el blog, para que tú después me la robes imbécil. Que seguro que ni las lees cuando le das a copiar+pegar, ¿tan pocos sesos tienes como para no saber hacerte una mísera y ridícula entrada, una entrada que sea tuya? Pero que digo. Claro que no. Tú no tienes sesos. Todos nacemos con fallos; bajitos, muy altos, ojos separados, torpes, imprudentes, bocazas... Pero tú, aparte de tus millones de fallos, el más grave que tienes es ese. Que desgraciadamente, a ti no te dieron un cerebro con el que pensar.
Y ya me callo. Porque aunque me esté quedando como nunca después de soltar todo lo que tenía que decir (la pura verdad), si siguiese, me quedaría aquí hasta mañana.
Y una última cosa. Por mi parte, no esperes que vuelva a dirigirte la palabra como antes, condenada.

martes, 23 de noviembre de 2010

Subnormales perdidos, eso es lo que somos.

Porque siempre; hagas lo que hagas, creas en lo que creas, pienses en lo que pienses, ames lo que ames, odies lo que odies, sueñes en lo que sueñes, y desees lo que desees; el más débil sale perdiendo.
Puede estar dentro de la cadena o no, puede meter cizaña o no, puede meter la pata o no, puede intentar relajar el ambiente o no, puede no estar al tanto o no, puede entenderlo o no, puede creerlo o no, Puede pasar cualquier cosa. Repito, cualquiera. Que siempre, saldrá perjudicado.
Tú no lo conoces, aquel tampoco, nadie le conoce. Él sabe que es. Él es pequeño, e indefenso, y eso le repugna. Le da asco ser tan insignificante, no poder hacer nada por él mismo, no poder dar la cara nunca. ¿Por qué iba a hablar ahora después de tanto tiempo de silencio?
Sonríe y se calla. Sí, sonríe, por no echarse a llorar. Pero tú no lo entiendes, ¿tú qué vas a entender? Tú no entiendes nada.
Y así estamos, que no somos capaces de ponernos en el lugar del otro, dar la cara, y utilizar el poco conocimiento de psicología que tenemos.
Somos unos anormales que nos dedicamos a hundir la vida de las personas sin querer queriendo, sin pensar que la primera vida que hundimos es la nuestra. No se salva nadie, bueno sí. Mi querido amigo débil.

Te quiero insignificante.

miércoles, 21 de julio de 2010

S.

Le gustaba pensar que ella siempre tenía la culpa de todo. No sabía porque, quizá fuese porque sus padres la acostumbraron a decir perdón, y ya se ha hecho algo monótono en ella.
Antes lo veía como algo normal, y no le importaba decirlo en cualquier momento y situación. En cambio, ahora se arrepiente de en muchas ocasiones haberlo dicho sin tener ella la culpa... En especial, de habérselo dicho a cierta persona.
Tiempo atrás, se encerraba en su habitación y acurrucaba la cara morada entre las suaves mantas intentando calmar el dolor que tenía por dentro. Y cuando oía los pasos que se acercaban a su puerta, ella gritaba pidiendo perdón... Pero esa corta palabra, muy pocos entienden su significado. Hacen de esta palabra algo inservible e insignificante, y cuando se dan cuenta del verdadero valor del "perdón" quizá ya sea tarde, quizá no halla una persona que te espere para decirte "te perdono", quizá muchas cosas hallan cambiado, quizá te pongas tú en el papel de víctima...quien sabe.





"Todo lo que se siembra, se recoge".

martes, 13 de julio de 2010

It's ok.

A veces queremos engañar a la realidad con una simple frase.
-Todo va bien.
Pero realmente yo te lo noto en la mirada, en la forma de hablar, de andar, y hasta de respirar. ¿Qué ganas mintiéndome? Podrás engañarte a tí mismo, pero a mí nunca podrás engañarme querido amigo.
Te conozco lo suficientemente bien. Puedo ver la mentira dibujada en tus ojos, y en el temblor de tus manos.
Yo esperaba que después de tantos años demostrándote mi confianza, y tú demostrándome la tuya, esto no ocurriría. Pero una vez más me equivoco.
-Ah, ¿y qué es eso que dices que va tan mal?



viernes, 9 de julio de 2010

True.

La verdad es dura, la verdad es incómoda y a menudo la verdad duele.
La gente dice que quiere saber la verdad pero, ¿es cierto? La verdad es dolorosa, en el fondo no queremos conocerla, sobre todo cuando sabemos que nos afectará.
A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer. A veces decimos la verdad porque necesitamos decirla en voz alta para poder oirla, otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras la contamos porque a alguien le debemos al menos eso.

lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué es eso?

Muchas veces ella se levantaba a las tres de la mañana. y después de mirar aturdida a las cuatro esquinas de su habitación, se limpiaba con la manta las lágrimas que le habían salido involuntariamente de los ojos.
Pero esta noche había sido diferente. Cuando miró a las cuatro esquinas puedo comprobar que su habitación, ya no era su habitación. El papel de pared era rosa bebé; sus cortinas habían sido cambiadas por finos visillos blancos; su escritorio lleno de montañas de libros y apuntes había desaparecido, dejando en su lugar un pequeño pupitre con un muñeco nenuco sentado en él; toda su estantería llena de libros estaba ahora ocupada por cuentos de Walt Disney, y perfectas Barbies vestidas con sus glamurosos vestidos.
Volver a ver la que era la habitación en la que estuvo jugando hace once años y medio, le iluminó la cara. Con un ágil salto se arrodilló en su suave alfombra de ositos y soltó una risita aguda propia de una niña pequeña.
-Loreto, ¿tienes miedo?
Miró asustada a la oscura silueta de su padre que se apoyaba cansada en el marco de la puerta.
-¿Miedo?¿Qué es eso?
-Déjame que te lo presente. Más vale que te quedes con su cara Loreto, porque va a estar jodiéndote de ahora en adelante. Miedo al fracaso. Miedo a lo qué dirán. Miedo a perder lo que tienes. Miedo a crecer. Miedo a conseguirlo. Miedo a saber poco de la vida. Miedo a tener razón.
Todo volvió a como estaba. Loreto ya no estaba en su mullidita alfombra de ositos, estaba en su fría cama de blancas sabanas ásperas; y todo había vuelto a como estaba en un principio.
Suspiró con cansancio retirándose el pelo de la cara.
-¿Otra mala pasada de tu amigo?


domingo, 4 de julio de 2010

Bunny.

Hoy me he levantado con la sensación de no acordarme absolutamente de nada.
Me he sentido como un pequeño, esponjoso e indefenso conejito.

martes, 11 de mayo de 2010

Me subestimé

Apareció sin esperarlo, sin presentaciones ni nada parecido, y confié ciegamente en él, pensando que quizá no me estaba equivocando.
Pero en cuestión de días...vi que si que me había equivocado.
Fueron apareciendo innumerables rumores que temía que pudiesen dañar amistades que habían durado años. Pero él negaba haber dicho tales cosas, y a mí no se me podía pasar por la cabeza que me estuviese mintiendo.
Y entonces me fui dando cuenta. Ilusiones falsas, mentiras que parecían verdades, engaños y traiciones... Todo unido en una misma noche que acabó en un abundante derrame de lágrimas.
Una terrible experiencia que me hizo no creer en nada ni confiar en nadie, encerrándome en mí misma con un llanto interminable.
Estaba cayendo de nuevo con la misma piedra. Recuerdo esa antigua piedra, hace ya mucho tiempo, cuando levanté la cabeza y comprendía que el error lo tenía yo por dejarme llevar, por creerme todo lo que me decían, por no haber abierto los ojos a tiempo. Y desde esa caída había tenido muy seguro que no volvería a caer en el mismo error
Pero esta vez... Algo mal he hecho. Sé que me será imposible levantarme, y por mucho que persevere el recuerdo me viene a la mente, hincándose en mi cabeza como terribles dagas.
Pensé que al ser la misma situación sabría afrontarla, que no caería... Pero nuevamente me había subestimado.